@chris_redhots: #duet with @fruitjefferson such a funny scene. #hotdogguy #sopranos #hysterical #manicotti #fyp

The Hot Dog Guy
The Hot Dog Guy
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Region: US
Wednesday 08 February 2023 03:36:06 GMT
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Comments

3hooksmusic
3hooks :
The White Castle scene!!
2023-02-10 01:57:51
3
porkysbbqncatering
PorkysbbqandcateringLLC :
lol Jr..and Bobby
2023-02-08 04:42:04
1
musicmaniac225
Musicmaniac🏳️‍🌈 :
welcome back
2023-02-08 13:09:02
1
serialcruiserprincejim
Serial Cruiser / Prince Jim 🍀 :
Does Nick ever try to do this with the hot dogs you make for yourself? 😉🤣
2023-02-08 20:04:08
1
lous2scents
Lous 2cents :
.......I was hungry!
2023-02-09 17:00:15
1
totemdoodem
Totem Doodem :
😂
2023-02-10 06:04:42
1
totemdoodem
Totem Doodem :
😂😂😂
2023-02-15 01:47:30
1
anh5fromnorthjersey
anh 5 :
Classic uncle jun
2023-02-20 12:18:01
1
msjennifer5715
msjennifer5715 :
Woke up this morning and got some Gabagool...
2023-02-27 16:22:57
1
buc9755
Buc9755 :
Literally watching this right now. I’ve seen the series 50 times and it’s still hilarious
2023-03-18 23:50:01
0
sancheezee_ar
SanCheezee_AR :
My favorite show ever!
2023-05-20 03:49:20
0
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Nos encontramos en una era paradójica, donde la sobreabundancia de información ha dado lugar a una peligrosa banalización del conocimiento. La ignorancia, lejos de ser motivo de vergüenza o reflexión, ha ganado protagonismo como un refugio cómodo y casi celebratorio para aquellos que rechazan el esfuerzo intelectual y la rigurosidad del pensamiento crítico. En lugar de la antigua noción de la vergüenza por la falta de conocimiento, hoy observamos una peligrosa indiferencia que contribuye a la propagación de falsedades, tergiversaciones y narrativas simplificadas que distorsionan la realidad. En este contexto, la ignorancia ya no es vista como una deficiencia que debe ser superada, sino como una opción válida, casi una declaración de identidad, que permite a muchos desligarse de la responsabilidad de comprender el mundo en toda su complejidad. Es imprescindible restaurar el valor de la educación profunda y el análisis crítico en nuestras sociedades, devolviendo a la ignorancia su connotación de carencia, de insuficiencia intelectual. La proliferación de opiniones vacías, desvinculadas de la reflexión o del conocimiento verificado, no solo empobrece el discurso público, sino que también socava los fundamentos mismos de nuestra convivencia democrática. El acto de ignorar voluntariamente los hechos no puede seguir siendo visto como una forma de libertad, sino como un acto de autolimitación que pone en riesgo el progreso colectivo. Para que el conocimiento vuelva a ocupar el lugar central que merece, debemos recuperar la vergüenza ante la ignorancia, entendida no como humillación, sino como un impulso hacia el crecimiento intelectual y la superación de nuestras propias limitaciones.
Nos encontramos en una era paradójica, donde la sobreabundancia de información ha dado lugar a una peligrosa banalización del conocimiento. La ignorancia, lejos de ser motivo de vergüenza o reflexión, ha ganado protagonismo como un refugio cómodo y casi celebratorio para aquellos que rechazan el esfuerzo intelectual y la rigurosidad del pensamiento crítico. En lugar de la antigua noción de la vergüenza por la falta de conocimiento, hoy observamos una peligrosa indiferencia que contribuye a la propagación de falsedades, tergiversaciones y narrativas simplificadas que distorsionan la realidad. En este contexto, la ignorancia ya no es vista como una deficiencia que debe ser superada, sino como una opción válida, casi una declaración de identidad, que permite a muchos desligarse de la responsabilidad de comprender el mundo en toda su complejidad. Es imprescindible restaurar el valor de la educación profunda y el análisis crítico en nuestras sociedades, devolviendo a la ignorancia su connotación de carencia, de insuficiencia intelectual. La proliferación de opiniones vacías, desvinculadas de la reflexión o del conocimiento verificado, no solo empobrece el discurso público, sino que también socava los fundamentos mismos de nuestra convivencia democrática. El acto de ignorar voluntariamente los hechos no puede seguir siendo visto como una forma de libertad, sino como un acto de autolimitación que pone en riesgo el progreso colectivo. Para que el conocimiento vuelva a ocupar el lugar central que merece, debemos recuperar la vergüenza ante la ignorancia, entendida no como humillación, sino como un impulso hacia el crecimiento intelectual y la superación de nuestras propias limitaciones.

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