Aún siento el eco de tu ausencia como un grito ahogado que no cesa dentro de mí. Cada día sin ti es un castigo silencioso, una herida que no cicatriza, porque aunque te hayas ido, mi amor por ti permanece intacto, aferrado a los recuerdos que me atormentan. Vivo con el temor constante de que te hayas olvidado de mí, de que tus ojos ya no guarden ni un destello de lo que fuimos. Me duele amar a quien ya no está, y sin embargo, no sé dejar de hacerlo; es como si perderte no hubiera sido suficiente, como si mi alma siguiera buscándote entre sombras, esperando que algún día regreses, aunque sé, en lo más profundo, que quizás ya no lo harás.
2025-08-24 08:03:57
4
gabita 👸🏻🩵 :
Por lo muy. Feliz que sean no se hagan ilusiones todo principio tiene su fin